Monday, July 03, 2006

El Plagio



El plagio en la vida diaria.
Es muy fácil cometer plagio en cualquier momento de la vida…

En el 2004 mientras me capacitaba como guarda de seguridad, el instructor dijo: “Sólo sé que no sé nada” y luego pregunto: “¿Ustedes saben quien dijo eso?” Tras un breve silencio, respondió él mismo: “Aristóteles”. Por educación, preferí guardar silencio. Al respecto pensé estuvo bien el hecho de citar a uno de los grandes filósofo clásicos para atribuirle una frase que se ha vuelto tan común, pero por desconocimiento le quitó por un momento todo el trabajo que Pitágoras hubiese hecho en su momento como padre de la IRONÍA y se lo dio a su discípulo Aristóteles.
Qué fácil es darle el crédito a quien primero se nos venga a la mente, si alguno de los presentes en la capacitación como guardas de seguridad escribiera al respecto, escribiría: “Sólo sé que no sé nada, ¿saben quien dijo eso?… Mi instructor en el curso como guarda de seguridad”.

En el último empleo en donde trabajé por 18 meses, decía un jefe: “Muchachos, hay que ser un mentiroso documentado”, y es así como cuando el empleado Orlando Tapias dio una excelente idea para recupera la tubería de fabricación que se tenía como chatarra para mejor rentabilidad de la compañía el tipo aquel dijo: “Es que, ahí puse a Orlando a recuperar tubería”, cuando ya muchos sabíamos que esa idea no era propia de éste, sino de Orlando… Luego decía el mismo Jefe: “Ya programé mi gente”, pero también sabíamos que dicho trabajo estaba siendo ejecutado por el señor Hernán Cardona…
Luego este jefe carente de ética y de falta de transparencia empezó a sustraer elementos de la compañía sin la respectiva autorización, el mes pasado sustrajo unas platinas que quería hacerlas pasar como chatarra y anduvo en varias ocasiones detrás del compañera Hernán para que le firmara un documento al respecto, pero Hernán no le quiso firmar nada y el día aquel que fui por mi liquidación, fue el comienzo del fin de ese jefe tan deshonesto porque ya hace una semana fue despedido por todos estos motivos y por muchos más.

La conclusión de este hecho demuestra que aquel que se vale del trabajo intangible ajeno y lo toma como suyo termina tomando lo tangible es sus manos y apoderándose sin ninguna restricción de ética o de moral. Así pues, si somos capaces de robarnos una idea, somos capaces de robarnos cualquier otra cosa.


El plagio en el pasado
La siguiente información es tomada, aunque modificada con fines académicos, de la Enciclopedia Encarta 2004. © 1993-2003 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.

La aparición de la obra Principios le implicó a Newton un desagradable episodio con el filósofo y físico Robert Hooke. En 1687 Hooke afirmó que Newton le había robado la idea central del libro: que los cuerpos se atraen recíprocamente con una fuerza que varía inversamente al cuadrado de la distancia entre ellos. Sin embargo, la mayor parte de los historiadores no aceptan los cargos de plagio de Hooke.

Plagiando sistematizada y progresivamente de 1991. En esta obra, y bajo la óptica del humor, Laiseca propone métodos para el saqueo literario insistiendo en la paradoja de que quien no plagia bien no es un buen creador: "Cuando un movimiento se repite, no es un buen movimiento. Por eso ningún plagio debe repetirse. Deben ser intentadas nuevas formas".
Esto se parece a las palabras del jefe deshonesto: “Hay que se un mentiroso, pero un mentiroso documentado.

Amerigo no fue ese hombre tan extraordinario como la posteridad nos lo ha mostrado. Nada sabemos de sus artes marineras fuera de lo que él mismo, en un alarde de inmodestia, nos cuenta. Sus comentarios geográficos son, en muy buena medida, meros plagios de las teorías en boga en aquel momento.
Todos nosotros a estas alturas del partido sabemos como se le quitó el título de descubridor de las Américas a Cristóbal Colón para dárselo a Amerigo Vespucci, un hombre que no tuvo el más mínimo escrúpulo en tomar como suyos trabajos hechos por Juan de la Cosa, Alonso de Ojeda o los Hermanos Pinzón.

Algunos temas de The doors reaparecen en la cúspide de las listas de éxitos. Paralelamente, la conducta de Morrison era constante fuente de escándalos y Ray Davies, el líder de The Kinks, presentaba una demanda acusando a The Doors de plagio por “Hello, I Love You”, y los tribunales fallaron a su favor.

La carrera comercial del Capitán Marvel tuvo un momento de polémica cuando la editorial DC Comics intentó denunciar a sus creadores por plagio. Esta demanda mostraba hasta qué punto Marvel se había convertido en un serio competidor de Superman. En 1967 apareció un nuevo Capitán Marvel, creado por el guionista Stan Lee y dibujado por Gene Colan. Muy distinto de su predecesor.
Este párrafo demuestra dos cosas: no podremos llegar a tener éxito con nuestras creaciones si cometemos plagio total o incluso parcial en ellas. Y si alguien nos demandase por Plagio, entonces ahora ya somos capaces de crear algo innovador.


Derechos de autor y Protección
Derecho de propiedad que se genera de forma automática por la creación de diversos tipos de obras y que protege los derechos e intereses de los creadores de trabajos literarios, dramáticos, musicales y artísticos, grabaciones musicales, películas, emisiones radiadas o televisadas, programas por cable o satélite y las adaptaciones tipográficas de los libros, folletos, impresos, escritos y cualesquiera otras obras de la misma naturaleza.

Desde el Estatuto británico de la Reina Ana (1709), el derecho del copyright se ha desarrollado de forma muy amplia. Así, hay muchas naciones cuya legislación sigue de cerca los principios de la United States Copyright Act de 1976 o de la United Kingdom Copyright, Designs, and Patents Act de 1988 o las leyes de 1956 y 1911 que la precedieron. Las leyes sobre los derechos de autor son nacionales, por lo que varían en la protección concreta que se dispensa, pero el Convenio de Berna de 1886 (y sus revisiones posteriores) y la Convención Universal de copyright (UCC) de 1952 han intentado crear una base común para la protección de los intereses del copyright en todas las naciones firmantes. La UCC requiere que los trabajos que pretenden ser protegidos tengan el símbolo © junto al nombre del titular de los derechos y el año de publicación, aunque un trabajo que no cuente con dicho símbolo también puede ser asistido por este derecho.